Preparación escolar

El programa Early Head Start para los bebés y niños pequeños: Un reflejo de la vinculación afectiva temprana entre padres e hijos

Aprenda sobre la importancia de apoyar los vínculos afectivos tempranos y el apego en las relaciones padre-hijo y niño-cuidador. Explore estrategias útiles para las opciones de programas Head Start basados en el centro, en el hogar y de cuidado infantil familiar.

Introducción

Un bebé balbucea y sonríe cuando un adulto le habla suavemente. Un niño pequeño hace contacto visual y se estira para alcanzar al adulto, que le acaricia el oído con la nariz y le susurra. Un adulto le frota la espalda a un bebé que está llorando para calmarlo y ayudarlo a que se duerma. Estas imágenes ilustran las íntimas y muchas veces intrincadas experiencias de vinculación y apego que tienen lugar entre los niños muy pequeños y sus cuidadores adultos en las primeras etapas de desarrollo. La mayoría de las personas que trabajan en la comunidad de la primera infancia están de acuerdo en algo: los vínculos afectivos y el apego temprano entre niños y cuidadores es uno de los elementos más importantes del desarrollo en la primera infancia. En lo que no siempre han estado de acuerdo es en cómo brindar esta base segura a los bebés y niños pequeños a medida que crecen y se desarrollan. Early Head Start (EHS) promueve los vínculos afectivos entre los bebés y sus padres, pero también valora la creación de relaciones profundas y significativas entre el personal y los padres, y los cuidadores y los bebés. Estas relaciones entre el personal de EHS y las familias reflejan, y tal vez modelan, la relación entre padres e hijos.

Los estudios sobre el cuidado infantil fuera de EHS a veces plantean preguntas que dan por sentado que los niños están con sus padres o bajo el cuidado infantil. En un estudio longitudinal realizado en Londres, Inglaterra, por Penelope Leach y sus colegas (en el año 2006), los investigadores concluyeron que los niños pequeños desde el nacimiento hasta los 3 años que fueron cuidados por sus madres obtuvieron mejores resultados en las pruebas de desarrollo que los que fueron cuidados por familiares o en centros de cuidado infantil o en grupo. El estudio demostró que los niños al cuidado de alguien que no fuera su madre eran niños más agresivos, o más retraídos, sumisos y tristes. Es importante señalar que este estudio se llevó a cabo en una población de familias y niños que vivían en contextos socioeconómicos, culturales y sociales muy diferentes a los de las familias atendidas en los programas Head Start. Si bien estudios como este pueden ser angustiantes, no abordan los beneficios potenciales de programas como EHS, que pueden ofrecer cuidado infantil y dedicarse a apoyar las relaciones tempranas y el desarrollo social y emocional.

Muchos cuidadores y padres de niños pequeños consideran que el cuidado de "mamá y papá" es mejor. Sin embargo, esta postura puede causar mayor estrés en los padres que toman la decisión de poner a sus hijos en cuidado infantil. Los investigadores suelen enmarcar la cuestión del cuidado infantil como una opción que toman los padres o no, cuando, en realidad, el problema para muchos padres en los Estados Unidos es encontrar el lugar de cuidado infantil que mejor fomente el desarrollo de su bebé o niño pequeño, mientras que al mismo tiempo apoye los vínculos afectivos entre padre e hijo. La realidad en los Estados Unidos es que la mitad de los niños nacidos en el año 2001 han recibido alguna forma de cuidado infantil que no provino de sus padres durante los primeros 9 meses de vida. Kreader, Ferguson y Lawrence (en el año 2005) concluyeron que el 26 por ciento de estos niños recibieron los cuidados de un familiar, el 15 por ciento recibieron los cuidados de alguien que no era un familiar, y el 9 por ciento recibieron cuidados en un centro.

Las investigaciones de EHS y del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD, sigla en inglés) indican que puede haber otros cuidadores que también son importantes en la vida de los bebés y niños pequeños. Los resultados del Proyecto de Investigación y Evaluación de EHS (del año 2006) han demostrado que los niños matriculados en el programa EHS tienen mejores resultados que los niños en situaciones similares que no están matriculados en EHS. Esta investigación ha demostrado que a los 3 años de edad, los niños matriculados en EHS se desempeñaron mejor en cuanto a funcionamiento cognitivo, lingüístico y socioemocional que los niños que no estaban matriculados en EHS. Los niños en EHS también recibieron más apoyo de los padres para el aprendizaje y mostraron tener madres con mejor salud mental. Esta investigación demuestra que los programas EHS que siguen las Normas de Desempeño del Programa Head Start (1996) proporcionan las experiencias de apego tempranas e importantes necesarias para apoyar el crecimiento y desarrollo saludables de un niño. El estudio longitudinal de cuidado infantil temprano (1989) de NICHD demostró que los niños de 36 meses tenían una mejor puntuación en preparación escolar y comprensión del lenguaje, así como menos problemas de comportamiento cuando se seguía la proporción de niño/personal, así como los niveles de educación y formación de cuidadores recomendados (1999). Los estudios de EHS y NICHD refuerzan la idea de que los cuidadores bien capacitados que trabajan en programas de calidad para la primera infancia en realidad brindan un apoyo adicional a los padres de niños pequeños. Cuando los bebés y niños pequeños tienen experiencias seguras de vínculos afectivos y apego temprano con más de un cuidador, se sienten apoyados y atendidos en todos los lugares adonde van. También empiezan a formar relaciones significativas con otras personas como parte del proceso natural de desarrollo. Durante muchos años, los programas EHS y de Head Start para Migrantes y Trabajadores de Temporada que atienden a bebés y niños pequeños les han dado una respuesta a los padres que se enfrentan a este dilema del cuidado infantil.

Una respuesta para el dilema del cuidado infantil temprano

Las opciones del programa Head Start se adaptan a los padres donde sea que estén.Las opciones de programas de HS y EHS están diseñadas para satisfacer las necesidades de las familias en las comunidades específicas donde los programas ofrecen servicios. Independientemente de la opción, los padres matriculados en Head Start pueden estar seguros de que el programa tiene el compromiso de apoyar a los padres y a los niños en el desarrollo de un apego y de vínculos afectivos tempranos. Los padres que usan la opción basada en el hogar tienen la oportunidad de asociarse con un visitador del hogar en el entorno natural del niño. El personal apoya a las familias en la creación de vínculos afectivos con sus hijos, ayudándolas a aprovechar las ricas experiencias de creación de relaciones a través de las principales rutinas del día, y ofreciendo oportunidades para mejorar estas experiencias mediante herramientas, materiales y juguetes de aprendizaje adecuados al nivel de desarrollo. Las experiencias de socialización les dan a los padres que usan la opción basada en el hogar oportunidades para interactuar con sus niños en grupos y formar redes informales con otros padres de niños pequeños.

Para los padres que trabajan, las opciones de Head Start basadas en el centro o en el cuidado infantil familiar también apoyan la creación de relaciones tempranas con los padres y cuidadores, al tiempo que introducen a los pequeños a experiencias de aprendizaje individuales y grupales. Los programas Head Start basados en el centro promueven el vínculo afectivo y el apego entre los cuidadores y los niños muy pequeños de muchas maneras. Las asociaciones sólidas con las familias, las proporciones pequeñas de maestros por niño, la atención individualizada y un entorno físico seguro y apropiado son características distintivas de los programas EHS y ofrecen el ambiente ideal para tener relaciones sanas de cuidado temprano. Cada elemento independiente es clave para el desarrollo integral de los bebés y niños pequeños. Tomados en conjunto, estos aspectos de la experiencia de Head Start brindan un apoyo integral para que los bebés y niños pequeños crezcan y se desarrollen. Y más importante aún, estos elementos promueven y apoyan las relaciones tempranas entre padres y niños muy pequeños.

Estrategias que funcionan

  • Las asociaciones familiares sólidas apoyan el vínculo entre los padres, los bebés y los niños pequeños. Las asociaciones sólidas entre el personal de Head Start y los padres son importantes para promover el vínculo entre los padres y sus hijos pequeños de dos maneras. Una asociación sólida entre el personal de Head Start y los padres permite que se genere confianza y se comparta en relación con las fortalezas y los desafíos del bebé o niño pequeño en el hogar y en el entorno de la guardería. Este intercambio de información promueve la atención individualizada y la regularidad en las rutinas de cuidado en ambos entornos, lo que apoya aún más al bebé o niño pequeño. Los bebés y niños pequeños que saben qué esperar en ambos entornos tienen más probabilidades de sentirse más conectados con el miembro del personal de Head Start y los padres. Además, es más probable que los padres que tienen una relación de confianza con el miembro del personal compartan experiencias en el hogar y prácticas culturales, así como que se vinculen con otros socios comunitarios (p. ej., trabajo, oportunidades escolares para padres, servicios para niños muy pequeños) que pueden ayudar a la familia a alcanzar sus metas y apoyar al niño pequeño cuando y donde sea necesario. Cuando los padres son capaces de trabajar para lograr las metas de la familia, se incrementa su autoestima y se consolidan como los cuidadores primarios de su familia.
  • Las proporciones pequeñas de maestros por niño, el cuidado primario y la continuidad de la atención promueven rutinas diarias regulares. La combinación de estos tres elementos es ideal para fomentar las relaciones tempranas de bebés y niños pequeños con los maestros y apoyar el apego entre padres e hijos. Las directrices del aula para bebés y niños pequeños requieren de un maestro por cada cuatro niños, con un tamaño de grupo de no más de ocho. La pequeña proporción maestro-niño le permite al mismo cuidador atender a las necesidades de cada niño. La atención primaria ocurre cuando se asigna un pequeño grupo de niños a un cuidador. Tener un cuidador permanente desde el momento de la matrícula hasta que el niño tiene 36 meses o hace la transición a otro entorno de cuidado infantil es lo que se conoce como continuidad de la atención. Con el tiempo esta práctica ayuda a fortalecer las relaciones tempranas que se desarrollan durante las diferentes rutinas diarias. Incluso si no se cuenta con personal regular, se recurre a sustitutos calificados con los que los niños están familiarizados para cubrir las plazas y mantener esta proporción. A través de una comunicación abierta y de iniciativas de colaboración, los padres y maestros apoyan una transición entre el hogar y el aula y desarrollan rutinas diarias sistemáticas (p. ej., alimentación y cambio de pañales). La calidad de la interacción entre los cuidadores y los niños pequeños durante las rutinas diarias en última instancia fortalece y permite los vínculos afectivos tempranos y el apego con los cuidadores y los padres. Las siguientes imágenes ofrecen ejemplos simples de diferentes maneras en que una baja proporción y unas rutinas sistemáticas promueven las relaciones tempranas:
    • Una madre le muestra a la maestra cómo a su bebé le gusta que lo carguen cuando le dan el biberón.
    • Una visitadora del hogar ofrece información y apoyo para la lactancia materna.
    • Un cuidador le pide a un padre que observe el protocolo de EHS para el cambio de pañales y le pregunta si deben hablar de cómo hacerlo más parecido a como lo hacen en el hogar.
  • La atención individualizada permite que los cuidadores y los niños muy pequeños estén en sintonía.Las proporciones pequeñas de maestros por niño permiten que los maestros y los niños muy pequeños estén en sintonía y, a su vez, que se brinde atención individualizada. Al interactuar diariamente con los mismos cuatro bebés y niños pequeños, los maestros aprenden a interpretar con precisión las señales y a predecir los intereses y el momento de las necesidades en la rutina del bebé. Los bebés y niños pequeños comienzan a anticipar las respuestas a sus necesidades y aprenden qué esperar de los cuidadores y de la experiencia diaria en Head Start. En un momento dado, los bebés menores de 6 meses podrían estar durmiendo, mientras los niños con movilidad están comiendo y los niños pequeños están jugando de manera individual o en grupos. Al conocer y comprender a cada uno de los niños y a las familias, los maestros son más capaces de ofrecer experiencias significativas y apropiadas para cada uno de los niños durante el día. El proceso de asociación con los padres los ayuda a todos a saber qué esperar y a su vez les permite a los padres, maestros y niños muy pequeños a desarrollar una sensación de seguridad y protección durante este proceso. Los padres están seguros de que van a cuidar a sus hijos como si estuvieran en el hogar, los maestros se sienten competentes y bien informados acerca de los niños que están a su cuidado, y los bebés y niños pequeños saben que sus necesidades estarán satisfechas, ya sea en el hogar o en los entornos de cuidado en grupo.
  • El entorno físico promueve la exploración en los bebés y niños pequeños.Los bebés y niños pequeños que se desplazan solos y se sienten seguros en sus relaciones primarias y en su entorno tienen más probabilidades de explorar su entorno y aprender sobre el mundo. El entorno físico del ambiente de cuidado de bebés y niños pequeños en grupo es propicio para el aprendizaje y refleja las distintas etapas del desarrollo de cada niño. Los entornos de cuidado grupal se organizan en áreas que los bebés y niños pequeños reconocen, teniendo en cuenta las actividades individuales y la interacción social cuando sea apropiado. Los bebés menores de 6 meses tienen lugares tranquilos para jugar y donde pueden cargarlos. Los bebés y niños pequeños que se desplazan solos tienen cubiertas para el piso y cojines para sentarse y un área abierta en el piso que les permite moverse. Además, las áreas con bloques, escritura creativa, arte y para jugar a las casitas están diseñadas para los niños que quieran jugar solos o en grupos.

Conclusión

Los padres y las familias se enfrentan a muchos dilemas cuando se trata del cuidado de sus hijos muy pequeños. A menudo tienen que tomar decisiones difíciles. Sin embargo, los programas Head Start continúan creando condiciones a través de las cuales pueden tener lugar experiencias sanas de vínculos afectivos y apego temprano entre bebés, niños pequeños y cuidadores. En este sentido, los programas EHS reflejan el vínculo entre padres e hijos en su relación con los bebés y niños pequeños, y para muchos padres que trabajan o estudian, esto es casi como si ellos estuvieran con sus hijos en el programa.