Transporte

Cómo fomentar el comportamiento seguro en los autobuses

Autobús escolar que muestra la señal de altoLa seguridad es una consideración fundamental cuando se transportan niños. Los programas tienen que practicar los procedimientos de educación sobre la seguridad en los autobuses con los niños y fomentar esos patrones (45 CFR §1303.74). La siguiente información revisa el papel del personal de Head Start en su misión de ayudar a los niños a aprender habilidades de socialización y a aprender comportamientos seguros en el autobús.

Enseñar habilidades para la seguridad

Al priorizar los procedimientos de seguridad, el personal de transporte puede reducir el tiempo dedicado a lidiar con problemas de disciplina. A medida que los niños adquieren un sentido de autocontrol, su capacidad para regular su propio comportamiento aumenta. Las rutinas y transiciones deben ocurrir a su debido tiempo, de forma predecible y sin prisas (45 CFR §§1302.31(e)(3) y 1303.74(a)). Entre las lecciones importantes están cómo y cuándo abordar el vehículo, cómo tomar asiento, levantarse del asiento, salir del vehículo y participar en un simulacro de evacuación del autobús. Ayude a los niños a entender las palabras que nombran los objetos en el autobús, como pasillo, puerta, salida de emergencia, pasamanos, sistema de retención, asiento, cinturón de seguridad, escalón y ventanilla.

Las rutinas

Los miembros del personal, como los conductores y monitores de autobuses, pueden familiarizar a los niños con los procedimientos y ayudarlos a practicarlos con regularidad. Pueden enseñar a los niños a prestar atención a las señales, a encontrar el asiento que le han asignado, a abrocharse el cinturón de seguridad/sistema de retención, a seguir instrucciones y a participar en canciones o juegos. Además, deben fomentar el autocontrol adecuado a la capacidad de atención de cada niño.

Por ejemplo, el personal puede recordarles a los niños que hay que tener el sistema de retención siempre que el autobús esté en movimiento y que miren a su alrededor para ver que todos tienen los cinturones puestos. Durante las rutinas diarias, todo el personal debe expresar una actitud positiva sobre la capacidad del niño para aprender los procedimientos del autobús.

Fomentar el buen comportamiento

Recompense el buen comportamiento de forma apropiada, por ejemplo, con elogios, con una sonrisa, chocando los cinco, con una palmadita en la espalda o un apretón de manos. Por ejemplo: "Héctor, encontraste el cinturón de seguridad y te lo abrochaste. ¡Muy bien!". Un diálogo que transmita y fomente comportamientos positivos ayuda a los niños a sentir que han logrado algo. Por ejemplo: "Recuerda decir 'disculpe' cuando tropieces con una persona". También: "Me gusta la forma en que está sentada Innocente. Tiene su cinturón de seguridad abrochado".

Trabajar con las familias

El personal de transporte puede colaborar con los padres para hacer que el viaje en autobús sea una experiencia agradable (45 CFR §1302.90(d)). Es importante entender cómo los padres se comunican con sus hijos, sobre todo en las comunidades diversas. Cuando el personal de transporte entiende los estilos de crianza diversos, puede adaptar su enfoque en el autobús. Juntos, los padres y el personal pueden apoyar el aprendizaje del niño acerca del espacio personal, la expresión de emociones y la práctica del autocontrol.

Además, el personal debe completar los simulacros de evacuación de vehículos al menos tres veces al año, y educar a los niños sobre las zonas de peligro del vehículo, la seguridad de los peatones, cómo subir al autobús y el comportamiento seguro en el autobús (45 CFR §1303.74).

Lidiar con comportamientos desafiantes en los autobuses

Incluso con las prácticas de seguridad implementadas, los niños pueden mostrar un comportamiento desafiante. Estos comportamientos pueden reflejar sentimientos de miedo, inseguridad y ansiedad debido a los viajes. Entre los comportamientos desafiantes están gritar, morder, arañar, patear, golpear, pelear, intimidar y lanzar insultos. En estos tiempos, los niños a menudo descubren que son incapaces de resolver problemas y pueden tener dificultades para comunicarse de manera eficaz o para respetar a los demás.

Forma de hablar

El lenguaje corporal, la personalidad y la actitud de un adulto en el autobús pueden influir en las expectativas de los niños, tanto positiva como negativamente. Mantenga la calma en todas las interacciones. Si los niños perciben que un adulto les habla con dureza o en voz muy alta, pueden asustarse. Hable con claridad y de manera sistemática sobre las expectativas. Use el nombre del niño cuando se dirija a él.

Expectativas

Los niños sometidos a expectativas poco realistas o a situaciones confusas pueden mostrar comportamientos que desafían a los adultos y a otros niños. Por lo tanto, los adultos necesitan observar a los niños y prever sus necesidades. Los adultos pueden ayudar a los niños a evitar el comportamiento desafiante usando un lenguaje claro y coherente, y estableciendo expectativas realistas (45 CFR §1302.45(b)).

Disciplinar

El monitor del autobús debe manejar el comportamiento desafiante monitoreando continuamente a todos los niños. Pueden simplificar la necesidad de disciplinar abordando un mismo comportamiento con todos los estudiantes al decir cosas como "Todos deben hablar en voz baja en el autobús".

El personal puede fomentar el respeto por los sentimientos y derechos de los demás diciendo cosas como "Tenemos que compartir los asientos del autobús con nuestros compañeros". Anime a los niños indicándoles lo que tienen que hacer. Por ejemplo: "Me gustaría que todos caminaran por el pasillo. Vamos a contar los pasos hasta sus asientos".

Nunca discipline a un niño aislándolo. No recompense ni castigue con comida a un niño ni le niegue sus necesidades básicas. Hágales comentarios a los niños sobre su comportamiento inmediatamente. Por ejemplo: "¡Qué fila tan recta! Todos están de pie sin empujar a nadie" o "Jingyu, hiciste caso y te sentaste. Muy bien". La necesidad de disciplinar surge cuando los niños no entienden los procedimientos. Es importante lidiar con el comportamiento no deseado sin afectar la dignidad del niño. Repita el procedimiento deseado y anime a los niños a practicarlo.